Pasa cuando sucede que después de un éxito o pequeño éxito los autores no saben que hacer o les son muy difíciles superar o igualar sus historias anteriores. Así que no son pocos los que toman prestados algunas cosas de sus obras anteriores y, con uno que otro cambio, hacen la misma cosa pero con diferente titulo y personajes, supuestamente.
Aunque hay que diferenciar lo que se parece a lo que es lo mismo. Por ejemplo, el caso de la mangaka de Full Metal que es bastante particular y que sus obras, todas con los mismos diseños de personajes, tiene tanto o mas éxito.
De cierto autor clásico de mangas deportivos o spokones podría decir lo mismo. Así como el caso de una de mis primeras obras, Vampire Knight, cuya autora quiso vender otra historia donde cambió vampiros por ninjas y solo llegó a los dos o tres tomos.
Pero sin el éxito de ninguno de los mencionados y relativamente actual, la obra Ookami shoujo to kuro ouji fue un manga bastante simpático de leer y seguir que mezclaba muy bien el humor negro para ser del genero pinky shojero. Es por eso que me interesé en Bye bye Liberty cuando se anunció como el nuevo trabajo de la mangaka casi inmediatamente después de terminar su obra anterior. Cualquiera que trabaje ya merece todos los aplausos pero... hay que hacerlo bien.
Pendiente del giro inicial en donde la situación se intercambia y tenemos, supuestamente, a una protagonista que no quiere saber nada del amor, la disyuntiva entre lo ideal y lo real es puesto a prueba, otra vez, pero con menos carisma y si pretendiendo ser mas adulta. En esta ocasión ya no estamos ante la ironía de un príncipe negro sino el de un debate interno de la protagonista por saber si vale o no la pena enamorarse. Y es que el colegio tiene esa presión social tanto aquí como en la China y la mangaka volvió apostar por un plot que escarbe, a su manera, en la adolescencia y la presión por tener enamorado como un estatus intraescolar.
La protagonista, Rina si no mal recuerdo, es una chica que tiene a una madre -ironías mangaka de mangas shoujo-, que, con otro par de amigas inútiles y de relleno, se encuentra con un vecino el cual le robara su primer beso. Este vecino tiene un par de amigos mas (uno de ellos muy parecido al prota de AoHaruRide).
De ahí en adelante las cosas siguen un caudal regular -confusiones, triángulos, un amor frustrado, la tercera en discordia, etc.-, que no logró convencer ya sea por lo trillado del tema o por desafortunada. Y es que el amor no siempre es sinónimo de perder la libertad.
El manga terminó/canceló con un total de dieciséis capítulos.
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