domingo, 1 de marzo de 2020

Manga: Suki-tte ii na yo (2017, Kanae Hazuki)

Portada de la revista Dessert dedicada por el capitulo final.
Y de pronto los adolescentes crecieron y dejaron de ser unos dulces pimpollos y capullos, para desflorar el mundo y extender sus alas...

Si algo me gustó de este manga que lo empecé a leer hace ¡¡¡ufff!!! de años fueron sus personajes secundarios. En primer lugar el trauma de la protagonista (porque obvio tiene que tener un trauma si no, no podría funcionar) se me hace medio pendejo, con todo el perdón de los fans. Pero si nos ponemos totalmente flexibles y decididamente hacemos de la vista gorda como que la vemos pasar (a la gorda) pero no nos importa (salvo se siente a nuestro lado) llegamos, unos capítulos mas adelante, a conocer a los personajes secundarios que forman la banda. Y con ellos unos problemas (shojeros) que tampoco es que sean para darles el premio a la originalidad, pero hay mucha sensibilidad de por medio.

Entonces, cuando son mas o menos palpables estos problemas es cuando comprendo que este shoujo es shoujo basicamente porque hay una tímida y un chico guapo del salón, pero se acerca dos rayitas al seinen de chicas o sea el josei (Nana para mayor detalle) y comprendemos que lo que realmente estamos leyendo, hasta buena parte de las primeras tramas, son historias de adolescentes bastante particulares donde el sexo es moneda corriente del lenguaje y las acciones.

Tanto así que hay dos aspectos que se desarrollan uno frente la vereda de la otra pero no por eso uno es menos importante que el otro. Así entendemos que una chica promiscua que tiene cicatrices por bajar de peso puede resultar tan importante como otra chica mona que tiene complejos por ser de "pechonalidad" amplia. Estos son los temas que pone sobre la mesa Suki- tte ii na yo y los desarrolla de una manera muy comprometedora con un dibujo solvente y bien delineado (a diferencia de mangakas aquí no ves un recorrido de aprendizaje, así que el dibujo del capitulo 1 sera igual al dibujo del ultimo capitulo).

Pero los personajes secundarios son eso, secundarios. Asi es como la historia luego de que la protagonista conozca la amistad (como el 95% de los mangas shoujos) a su vez se resuelvan sus conflictos (curiosamente en los dos casos es el chico quien resulta importante y casi salvador) emprenderá un viaje hacia el amor que esta representado por un personaje que es tan estilizado (dibujo) como idealizado (background). Tanto que incluso se acuesta con la chica de las cicatrices para subirle el autoestima.

Entendemos que este crecimiento en la serie es paulatino a los personajes que vayan apareciendo. Sobre todo por los triángulos que se forman una vez la pareja se acerca mas. Aquí la mangaka empieza a confundirse un poco y sabe muy bien que es victima del éxito, así que como critica diría que, hasta llegado un momento, no sabe que hacer con estos personajes que son importantes para poner a prueba a los protagonistas, pero una vez que los superan se encuentra en una encrucijada. Opta por darles mas vida y que a partir de la ultima trama -post etapa escolar-, antes del final, emprendan un camino hacia la felicidad que no necesariamente tenga que ver con el romance sino con el desarrollo laboral. Megumi termina siendo el gran personaje porque muy lejos del camino que siguen los protagonistas como profesora de kinder (otra vez enfrentándose a su timidez) o fotógrafo (otra ves enfrentándose a su jale con las chicas), es Megumi quien mas difícil la tiene en su sueño de convertirse en modelo profesional.

La mangaka encuentra un espacio confortable en su historia desarrollando un breve paso por lo aspiracional así como una mini- historia en un personaje superficial (aparenta lo que no es) que no se encuentra así misma ni dentro ni fuera de su ambiente original, que la competencia la va matando (en el ultimo tramo aparece otra modelo que la supera en todo) así como el rechazo no sentimental tan trillado en los shoujos en general.


Es por eso que en el final después del final (cap. 72.5), Megumi acompaña a la mangaka en su carta de despedida. Porque se puede decir que con el final los protagonistas dejan de importar porque vemos una vida hecha donde por mas frases cukis ("(...) construir yo misma algo que pueda atesorar.") sabemos que se cumple el "vivieron felices y comieron perdices"; en cambio para Megumi todavía hay una vida que no esta resuelta del todo, ni profesionalmente ni amorosamente (aunque sabemos con quien va a terminar).

Por eso vale la pena leer este manga, por sus personajes secundarios.

El manga se comenzó a serializar el 2008 terminando el 2017 con un total de 72 capítulos (y medio) recopilados en 18 volúmenes. Aparte tiene una irregular adaptación al anime por parte del estudio Zexcs del 2012 con un total de 12 capítulos + 1 OVA. En el 2013 se adaptó la serie a una película live action (acción real). Y hasta donde he podido leer tiene una especie de spin-off que empezó a publicarse el 2019 escrita y dibujada por la misma autora en la misma revista llamada Gokigenyou, Koharu-san. 

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