miércoles, 9 de febrero de 2022

Película: Otoshimono (Takeshi Furusawa, 2006)


Este debe ser el típico caso donde una actriz alcanza fama por la tv y ¿Qué haces? Pues la meten al cine por el jale. ¿A qué tipo de cine? ¡¡¡Terror!!!

Otoshimono, Ghost Train o El tren fantasma es una muestra “simple” del j-horror que a principios del nuevo siglo se puso de moda gracias a los remakes americanos de El aro y demás obras. Incluso diría que esta película es más una consecuencia (pasajera) de ese boom!

El caso de Erika Sawajiri, la protagonista de 1 litro de lágrimas, es lo que comento al principio. Una actriz juvenil que alcanza reconocimiento por una serie drama en tv y aprovechan el reclamo de la gente. Si pues, si no hubiera conocida la serie –quince años después de su estreno-, no hubiera sabido de la actriz y, muy probablemente, nunca hubiera visto esta película.

¿De qué puede ir una película con el título “Ghost Train”? A ver, si soy un poco avispado diría que hay un tren y un fantasma. Claro que también podría ser el tren fantasma, literal!!!! Pero es lo primero. 

Efectivamente, Otoshimono tiene todos los tópicos del j-horror con el j-monstruo y el j-mostrito incluidos. 

La película es de la misma época de 1 litro de lágrimas, lo curioso es que los efectos sobreviven al paso del tiempo. Incluso diría que lo mejor de la cinta es el uso del cgi. Si hablamos del tiempo, raro ver que en esa transición de los soportes físicos al digital todavía encuentro cintas de video. Así como equipos de vigilancia de la época de la carreta. 

No hay mucho que comentar. Ni a favor ni en contra. En una cinta de poco más de hora y treinta irregular, justificable por la forma en cómo se mueven los japoneses (si fuera en el Perú, sería “La combi fantasma”), no aprovecha muy bien el uso de lo que se puede “encontrar” perdido dentro de los trenes, tópica en el nudo (armas las pistas y descubres el caso del pasado), con poca atmósfera del “terror japonés” del que tanto se habla, con un par de escenas rescatables junto con una especie de giro en torno a lo que se encuentra dentro de la estación de tren que va más allá del fantasma japo de pelos greñudos inicial y que logra el propósito de mantener la atención hasta el final (afortunadamente), la musica me parece muy del tipo slasher al final y la sensacion kawai de la escena final (es que no todos los fantasmas son malos). Aun así, si no fuera porque estoy buscando la filmografía de Erika Sawajiri, jamás hubiera llegado a esta película, ni en tren.

p.s. Tiene adaptación manga.